jueves, 26 de julio de 2012

Dia 7 - Villa Unión a Chilecito - Cable Carril "La Mejicana"


8:00, Jose amanece y nosotros con ella. El ritmo del viaje ya es muy claro para todos. Antes de las 22:00 hay que estar acostados o durmiendo porque nuestro gallito personal siempre canta su canción a la misma hora:-"…Mami… leche…"
Bien desayunados, el auto cargado y esta vez con el termo también llenito preparado para unos mates (ante 48hs de abstinencia declaré la veda dietaria, a partir de ahora vuelven los mates y el asado con cuero) emprendemos un momento cuasi mitológico… encaramos el tramo de nuestro viaje que recorre la Ruta 40. Nos dirigimos hacia el este para transitar la Cuesta de Miranda.
Unos días antes nos enteramos que la cuesta se cierra todos los jueves por tareas de mantenimiento.

La empresa constructora realiza voladuras en el monte para ampliar la ruta, ya que es la comunicación más directa entre las dos ciudades quizá más importantes de la provincia (salvando la capital, La Rioja) Chilecito y Villa Unión. Aparentemente durante las últimas voladuras un peñón se desbarrancón sobre la calzada, impidiendo el paso durante los últimos tres días. Por suerte, el camino esta ahora abierto y nosotros preparados para conocerlo.
La Cuesta es un paso que une el Este y el Oeste de la provincia. Sinuoso, por momentos angosto, con 15 km. de ripio y unas hermosas cornisas. Suficientemente largo para hacerlo interesante pero no tanto como para agotar.

Cuando uno lo termina la verdad es que dan ganas de dar la vuelta y volverlo a hacer. Los cerros alrededor son de la típica piedra rojiza de la zona, pero cubierto de arbusto verdes, todo le da una magia diferente. En la mitad un mirador nos invitó a bajar y sacar algunas fotos. Disfrutando y jugando un poco con Jose paramos la oreja y escuchamos un guía de una combo que baja con su gente y les cuenta que sobre la ladera opuesta se puede ver un pedazo de la pirca del famoso y perdido Camino del Inca. Otro regalo de este viaje, poder ver esta reliquia de las culturas americanas originales, imaginar a los primeros conquistadores de esta tierra caminando por estos valles. Magia. La magia envuelve este lugar.
 

Muy a nuestro pesar no nos queda más que seguir con rumbo a Chilecito. Arribamos a nuestro alojamiento, as Suites Sierras de Velasco y nos recibe su dueño, Sebastián. Un pibe. Joven y emprendedor despegó del proyecto de sus padres que tienen unas cabañas a la vuelta nomás. Al hombro trae la cama para Jose. Nos deja las llaves, un saludo y nos ubicamos rápido, para poder ir a almorzar algo a la plaza principal, que ya habíamos ubicado a la ida.
 

Por la tarde salimos a conocer una de las cosas más impactante del viaje, los restos del Cable Carril a la mina de oro La Mejicana.
La mina de oro esta internada dentro del Cerro Famatina (el mismo que ahora mismo los pobaldores de la zona luchan por proteger contra la minería indiscriminada a la que lo quieren someter). El cable carril se construyo en el año 1900 para unir 34km. desde la mina hasta Chilecito.  Nueve estaciones de las cuales pudimos visitar tres. La primera esta en Chilecito mismo y la recorrimos por turnos mientras Jose dormía una siesta. Inclusive las torres originales con los cables están aún distribuidas en la ciudad, y se los ve subir por las cuestas hasta la segunda estación.

Se ven los carritos que cargaban 400 toneladas de material a diario desde la mina. De allí nos dirigimos a la segunda estación, que se accede por un camino que sube abruptamente el cerro inmediatamente detrás de la ciudad. Los últimos metros bien empinados y con curvas cerradas donde casi no da el ángulo ni para doblar. Pero el premio es grande. Esta estación es más imponente que la primera, ya que se pueden ver las máquinas a vapor que movían los cables. Las calderas, los ejes y las increíbles correas, cosidas y de unos 15 metros de largo por 35 cm. de ancho. Imposible de imaginar.
Recorrer la estación, abierta, despejada, autoguiada es espectacular. A pesar de que había bastante gente es tan amplia que uno no se molesta con el otro. De allí, salimos envalentonados a la tercera estación. Envalentonados porque en Turismo nos habían dicho que sólo con vehículos altos se podía acceder. No precisaba de una 4x4, pero si algo que no toque el piso en un lomo de burro.
15km más lejos, dos tranqueras y unas cuantas piedras y cruces del Río Amarillo atrás, llegamos al puesto de la tercera estación,desde donde hay que caminar unos 10 minutos por sendero de montaña para acceder a los restos del cable carril. Jose, digna hija de a campantes, hizo un muy buen trekking, hasta que lo termino en hombros de su padre. Pero fue hermoso verla caminar por la montaña, cruzándonos cabras en el camino y cantando canciones. La última estación no tiene ya tan buen estado de conservación y hay mucho que se ha perdido. Pero es increíble ver los troncos de quebracho todavía preparados para alimentar la caldera y los carritos colgando del cable, como si fuera ayer que la hubieran puesto en marcha por última vez.


miércoles, 25 de julio de 2012

Día 6 - Parque Nacional Talampaya

Signado para siempre como "El día del Camión" para Jose.
Tempranito salimos con rumbo al Parque Nacional Talampaya, con el objetivo de  tomar una excursión (en este parque también sólo se pueden hacer visitas guiadas) que recorre los puntos más comunes en un camión Overland 4x4 con terraza. O sea que nos podíamos subir en el techo del mismo durante algunos tramos de la salida. 

Llegando al parque qué veo: un micro doble piso estacionado. Definitivamente no había más lugar para la excursión del primer turno. Asi que una vez reservados los lugares nos fuimos a recorrer el "Sendero del Triásico", otra muestra de dinosaurios, pero esta vez al aire libre, ¡y con el aire bien frío! Amaneció nublado, nos tomó un rato entrar en calor. Jose de nuevo disfruto mucho de ver las reproducciones de las diferentes especies cuyos restos fósiles se encontraron en las diversas áreas del parque.


No son muchas las instalaciones del parque, por lo tanto nos las recorrimos todas buscando entretenimiento hasta que llegue nuestro transporte.
El almuerzo temprano sirvió para distraernos un buen rato también, y para que Jose se coma una buena milanga con fritas, al mejor estilo casero. 

12.30, hora de subir al camión, Jose canta "Jose en el camión, Jose en el camión", mientras nos acomodamos dentro. 24 pasajeros. 13 kilómetros de asfalto hasta el lecho seco del Río Talampaya, donde recorreremos 10 km más, conociendo  las diversas geoformas, esta vez de los colores de Marte. La catedral, el Jardín Botánico, El Monje, la Botella.

¡Y una picadita en el medio para disfrutar  durante la excursión! Vino torrentes blanco, agua y jugo tang. Tristemente nosotros tomamos agua y jugo tang. Una vez más, Jose jugo con la arena y las piedras durante las bajadas, pero lo máximo fue su siesta en el camión… ¡parada, con las carita únicamente apoyada en el asiento! Morfable, como durante todo el viaje.

Particularidades de la visita: Pasarelas que se están construyendo, de lo cual tengo un buen registro fotográfico de las distintas etapas de construcción. Sólo un 20% del parque esta abierto a las visitas, hay varias cosas más para hacer que nosotros no hicimos, como trekkings, otras excursiones en vehículos y otras quebradas para ver.
Todo lo cual amerita volver a visitar esta maravilla natural de nuestro país.

lunes, 23 de julio de 2012

Día 5 - Cambio de Planes - Camino a Laguna Brava y alrededores de Villa Unión




Y así como siempre uno programa hay diversas cosas que lo hacen revisar el itinerario y cambiarlo… ligeramente.
Hoy pensábamos ir a conocer el Parque Nacional Talampaya, pero "bichito de los títeres" que tuvo a Jose y después a Lore en diversas situaciones de incomodidad gástrica (nótese como intento por todos los medios no decir "colitis", "diarrea" o "caca"… para que después no me acusen de escatológico) pasó en este caso a afectarme a mi. Durante la noche. Sin palabras, aclaraciones o descripciones.
Por tanto y sabiendo cuánto pueden durar y cómo pueden ser las excursiones dentro de estas Reservas, decidimos cambiar los planes alternar días.

Pusimos entonces rumbo norte hacia la localidad de Vinchina, con la idea de hacer algo del camino que lleva a al Parque Provincial Laguna Brava. Parte, únicamente, porque en el estado general de la familia no da la situación para enfrentar los más de 4000 metros de altura a los que se halla la laguna, sin contar los caminos sinuoso y demás.
Así fue que encaramos la ruta con el objetivo, durante la mañana de recorrer un poco. ¡Y qué poco! Pasando Vinchina comienza el camino para cruzar el cordón de las Sierras Coloradas, que lleva al valle donde se encuentran las localidades de Bajo Jagüe y Alto Jagüe. Un camino increíble, que corta un cerro por las mitad, serpenteando entre angostos valles y donde la ruta se transforma en un ripio colorado, del mismo color de las montañas que nos rodean. Fracturas, pliegues y más pliegues que se ven a nuestro alrededor. La mayoría de las elevaciones de la zona emergieron del manto debido a las presiones generadas por el ascenso de los Andes. En este caso el dramatismo de los picos que nos rodean es impresionante. IM-PRE-SIO-NAN-TE. No hay imágen que le haga justicia, pero intentamos retratarlo con algunas.
Pasado este tramo, el más interesante, llegamos a las localidades de Jagüe, donde emprendimos el regreso por el mismo camino.


Ya era pasado el mediodía, asique habiendo preparado antes un pic-nic nos dispusimos a parar en algún camino lateral para poder estirar un ratito las piernas y comer algo. Entre las vacas que pasaban y la tierra árida y cortada comimos un clásico salpicón campamentil. Jose de lo más entretenida, como siempre, preciosa, disfrutando y revolcándose en la tierra, al punto de hasta tener que cambiarle el pañal ahí mismo, sin más que lo puesto.
Luego del almuerzo a la vera del camino y un rato de descanso, salimos a recorrer los alrededores de Villa Unión, buscando la localidad de Banda Florida y los petroglifos que allí dejaron quienes habitaron estas tierras antes que nosotros.

Bueno, los petroglifos no los encontramos nunca, pero pasamos la tarde conociendo muy bien todo alrededor de Banda Florida buscándolos, finalmente tomando la merienda en el medio de una formación rocosa colorada, leche para la piojita, que no paró nunca de charlar y cantar mientras merendábamos y tecito para los adultos, que en el estado que tenían no podían afrontar, por más que quisiera, unos matecitos.

domingo, 22 de julio de 2012

Dia 4 - Valle Fértil hacia Villa Unión

Día de tránsito. Por la mañana recorrimos un poco la zona de Valle Fértil, metiéndonos en la Reserva Provincial de Uso Múltiple, un área protegida de tan solo… 800.000 hectáreas!! Apenas a unos cientos de metros del pueblo nace esta gran reserva, de la cual sólo pudimos ver un mínimo pedacito. Restos de morteros dejados por los antiguos habitantes, de las etnias Diaguita y Huarpe fueron parte de la recorrida. Lo lindo fue internarnos en el monte y poder ver desde dentro esta zona fitogeográfica. Realmente es un valle muy fértil, a pesar de la aridez que lo rodea, las sierras generan arroyos, pequeños saltos de agua (que no pudimos ver…) y gran cantidad de aves. Vimos Tero, Tero Real, Monjita Blanca y claro que muchas otras que no pudimos identificar. Es un lugar para recorrer muy tranquilo, con tiempo, los binoculares y la guía de aves. Al llegar a la pequeña localidad de la Majadito y aprovechando que Jose se durmió emprendimos el camino por la ruta 76 hacia Villa Unión, atravesando el Parque Nacional Talampaya.
El camino es el mismo que lleva a Ischigualasto, sólo que hay que pasar de largo en lugar de tomar el acceso al mismo.

La ruta recorre el parque Ischigualasto por su lado oeste, y de hecho al internarse uno en Talampaya puede ver el otro lado de las Sierras Coloradas, límite con el parque hermano del lado Sanjuanino. Todo ello conforma con el status de Patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO en Noviembre de 2000, creando un área protegida conjunta de más de 275.000 hectáreas.
Pasadito el mediodía llegamos a Villa Unión, y nos instalamos en el Haras San José. Preparamos un almuerzo rápido y Jose descubrió las hamacas. Asique un ratito de juegos a la aire libre y de observación de la precordllera desde un avistador que tiene el complejo, que permite apreciar toda la sierra. Después de descansar un ratito salimos a dar una vuelta por la ciudad, hacer unas compras y preguntar algunos datos en turismo.
Ya cayendo el sol nos encontró en el mirador del pueblo, que permite una vista general de Villa Unión y del imponente Cerro Famatina (6250mts) que, en palabras de Jose estaba "pintado" por la luz del atardecer.

viernes, 20 de julio de 2012

Día 3 - Parque Provincial Ischigualasto


Llegó uno de los días más esperados del viaje. Salimos a recorrer, luego de un desayuno dentro de la habitación, el Parque Provincial Ischigualasto. Un área protegida diferente. Estamos acostumbrados a pensar en parques nacionales y áreas protegidas relacionandolos con espacios verdes, agua, bosques y montañas. Esta zona de la precordillera se caracteriza por su paisaje árido, sus formas y su fabulosa geología, que deja al alcance del espectador todo un tiempo perdido en la historia del planeta, el período Triásico.


Al llegar al Parque ubicamos el auto en la fila para la visita. Años atrás el acceso al área era libre para el visitante, pero lamentablemente algunos hicieron lo que tristemente llevó a la organización moderna del parque, tomando recuerdos o souvenirs de distintas áreas. Bochas de la famosa "cancha de bochas", rocas, y hasta restos fósiles. Es triste que no comprendamos la gravedad de estas acciones.
Por suerte ya es mucho mas difícil que suceda. La visita está organizada de la siguiente manera: los vehículos que van llegando se incorporan a un grupo y cada cierto tiempo sale una caravana, cada visitante con su vehículo y al frente el guía en el propio. EL recorrido de 40km. tiene cinco paradas: El Gusano, El Valle de la Luna, La Cancha de Bochas, el Submarino y el Hongo. Cada uno más impresionante que el otro. Un recorrido que nos tomó más de tres horas, junto con otros 44 vehículos. Nada de la experiencia en solitario que siempre preferimos. Pero aprendemos a adaptarnos a nuestra nueva realidad.


Jose se porto más que bien, considerando el calor que hacía y las largas horas en auto. Disfrutó de cualquier manera jugando con las piedritas y la arena en cada parada, y hasta mirando las impresiones de plantas prehistóricas.


Hacia el final de la recorrida, ya de vuelta en la entrada del parque, pasamos por el Centro de Interpretación y la mega muestra "Titanes de Ischigualasto", una recorrida con escenografías y reproducciones a escala real de algunos de los dinosaurios y proto-mamíferos que se encontraron en el parque. Aparentemente, es en Ischigualasto (Provincia de San Juan, República Argentina) donde se encontraron los fósiles de dinosaurios más primitivos. O sea, de los antecesores de los dinosaurios, animales que vivieron hace más de 200 millones de años. Algo muy impactante.


Ya cansados, habiendo tomado nuestro jueguito de manzana de rigor, nos vamos volviendo a la cabaña, dispuestos a una buena ducha y algo de descanso. Cena en "La Gran Picada", boliche de menú muy simple pero rico. FIdeos, patitas con pure y sorrentinos de verduras salieron de la cocina hacia nuestra mesa.

jueves, 19 de julio de 2012

Dia 2 - Villa Carlos Paz a San Agustín del Valle Fértil

Amanecer en Villa Carlos Paz, provincia de Córdoba; atardecer en San Agustín del Valle Fértil, San Juan.
Luego de un clásico desayuno al mejor estilo Achalay (las medialunas que no nos comimos fueron a un tupper, sin lugar a dudas) y después de una breve despedida de los Pain pusimos rumbo a Valle Fértil.

Nuestra primera intención era recorrer el conocido camino a Los Gigantes y de allí seguir hacia Taninga y salir a la RN 38 en Villa de Soto. En cambio, decidimos intetntarlo a la vuelta, ya con muchos más kilómetros encima. Así pues arrancamos el camino que pasa por Cosquín, La Falda, Cruz del Eje, Villa de Soto, etc, todo por la 38. Un camino muy disfrutado, con todas las localidades conocidas, recordando viejas excursiones a bordo del micro de Pinocho, el chofer que tantas veces nos llevo en aquellas recorridas.

Subiendo y bajando, curva y contracurva. Hasta Villa de Soto, donde ubicamos el camino que va a Los Gigantes, marcado con el cartel "Salsacate"  con la idea de tomarlo quizá a la vuelta.

Parada de rigor para cargar combustible, estirar un poco las piernas y que Jose se distraiga un poco del asientito en la camioneta.

Venimos muy bien.

Nos esperan unos cuantos kilómetros más, ahora almorzando a bordo.







Algunos kilómetros más adelante ingresamos en la provincia de La Rioja, donde un amable policía nos detiene para preguntarnos donde vamos, darnos un folleto de Talampaya, intentar disuadirnos de tomar la ruta 77 hacia Chepes y garronenarnos un mango por la desinformación.

Tomamos entonces la 77 y notamos enseguida el cambio de provincia. Las rutas riojanas no se comparan con las Cordobesas o Sanjuaninnas. O al menos las que hemos hecho hasta ahora. Posito mas, pósito menos, vamos avanzando. 140 km. más adelante llegamos a Chepes. Un pueblito bien urbano, con un par de plazas muy lindas. Nos detenemos un rato en una, para que Jose una vez más se entretenga, estire la piernas y haga lo suyo. Estaba claro que necesitaba bajar porque fue tal el "Lo Suyo" (léase CACA) que hizo que ya verán las fotos…

Seguimos camino y o nos encontramos entrando en San Juan, por unos paisajes bien desérticos, salares escondidos bajo los arbusto y los caminos con más badenes que hemos visto hasta ahora. Las rutas desde el sur hasta Valle Fértil e Ischigualasto son como una montaña rusa. Literalmente, seguimos aprendiendo cómo es hacer tantos kilómetros con una nena tan chiquita. En esta ocasión, el efecto Exorcista se hizo presente. Parada en la banquina para lipiar a la nena, el asiento y hast ale pequeño pony, bañado en jugo gástrico.

Pero finalmente, llegamos a Valle Fértil y las Cabañas Valle Pintado nos esperaban. Ubicarse, bajar los bolsos, Jose contenta de nuevo y todos más relajados después de un baño. A cenar y a descansar.

lunes, 16 de julio de 2012

Día 1. Buenos Aires - Villa Carlos Paz.

Una mañana tranquila, en relativa calma. Lentamente fuimos organizando lo que faltaba en casa. Tres viajes al auto y todo cargado. ¿Cargaste el termo? Sí, lo dejé al lado de la puerta.
Listo, saquemos a Jose.

Y Jose, hermosa, preciosa, dormidita, sonriendo y tranquila, abrazada a su mamá sale del cuarto; envuelta en un polar y mejilla con mejilla de Lore. Todos a bordo. Son las 7:30. Salimos a la ruta. En el stereo suena "Familia rodante", de León Gieco. Comienza a cumplirse un sueño. El de viajar en familia, mostrarle a Jose la maravilla de nuestra tierra y compartir las experiencias que hemos aprendido a querer y disfrutar. La vida nómade del viajero, el matecito de ruta, disfrutar el paisaje, los pueblos que pasan.

Primera parada, antes de la circunvalación en Rosario. Jose recién se despierta, con un "buen día" y una sonrisa.
Segunda parada, en la entrada a Belle Ville. En breve algunas fotos del almuerzo de Jose y el cambio de pañal dentro de la camioneta. Cada vez más nos vamos acomodando y disfrutando a medida que nos sentimos más y más parte del camino.
Seguimos, pero ahora en el stereo suena "La brujita tapita" y "El auto bochinchero", hasta que Jose se duerme. Ahí arranca Pedro con "El aire en que no estás". Lentamente Córdoba comienza a vislumbrarse. EL paisaje va cambiando y la llegada a la ciudad no se hace esperar.

16.30, llegamos a Achalay. El Topi nos recibe, nos instalamos (cabaña 24), tomamos un té entre ida y vuelta al tobogán. Paseamos un poco por la hostería, para que Jose se entretenga y se
Saludamos a Rodolfo, que baja desde la administración. -"No conocen el bar de Cristian? Vayan es en la costanera", y allí nos dirijimos. Muy lindo el boliche. Jose ya está cansada asique el Cris le regala uno grisines y ella chocha, con sus tres paquetes de grisines y masticando otro. Volvemos, algunas compras en el Becerra y nos volvemos a comer un pollito con ensalad a la cabaña. Al agua pato. Y al sobre.